Leyendo Deuteronomio.
Del nombre y la naturaleza.
El nombre Deuteronomio proviene de la traducción griega del versículo 17:18 donde se habla acerca de “una copia de esta ley”. La Septuaginta usó el término deuteronomion, es decir, “segunda ley”. De hecho, la mayor parte del libro de la ley (Éxodo 21-23) es reproducido en Deuteronomio con un tono motivacional y explicatorio para la nueva generación israelita, justo antes de avanzar hacia el otro lado del Jordán: la tierra prometida.
La frase inicial del libro, “Estas son las palabras”, nos informa de su carácter profético: se trata de las palabras de Dios y las palabras de Moisés que deben ser obedecidas por Israel en cada generación. Es un tratado pactual entre YHWH e Israel, aquellos que han sido rescatados de Egipto para conocer y adorar al único Dios verdadero. En otras palabras, se podría decir que Deuteronomio posee una naturaleza profética y pactual, donde se revela la voluntad de Dios para su pueblo y los términos de su pacto.
De la estructura.
Debido a su riqueza, el rollo de Deuteronomio puede ser organizado o estructurado de variadas formas. Sin embargo, siguiendo al teólogo Christopher J. Wright, mencionaré cuatro enfoques principalmente: (1) Discursos de Moisés; (2) Forma Pactual; (3) Patrón Literario Concéntrico; y (4) Un Decálogo Expandido.1
Discursos de Moisés.
Si se toman los versículos “Estas son las palabras” (1:1), “Esta es la ley” (4:44), y “Estos son los términos” (29:1), tres mayores secciones pueden ser identificadas:
1:1—4:43 Una revisión histórica seguida por una exhortación.
4:44—28:68 Exhortación a la lealtad al pacto seguida por la ley, renovación del pacto y maldiciones.
29:1—30:20 Resumen y desafío final.
Todo esto seguido de un epílogo de Moisés donde se lleva a cabo el comisionamiento de Josué, su Canto, y finalmente su muerte. En definitiva, Deuteronomio puede ser entendido como el testamento de Moisés para Israel.
Forma Pactual.
Es evidente que el libro posee un fuerte carácter de tratado pactual, similar a los tratados del Imperio Hitita del segundo milenio y el Imperio Asirio del primer milenio antes de la era común. Dicho de otra forma, el libro tiene aspectos contractuales donde se puede reconocer un Preámbulo (1:1-5), un Prólogo histórico (1:6—4:49), Estipulaciones generales (5—11), Estipulaciones detalladas (12—26), Bendiciones y maldiciones (27—28), Testigos (30:19; 31:19; 32). Incluso, Deuteronomio incluye instrucciones acerca del almacenamiento y la lectura del documento (31:9-13; 24-26), algo que también solían incluir los tratados antiguos.
Cabe destacar que esta forma pactual de Deuteronomio realza la prioridad de la gracia y la acción de Dios en favor de su pueblo. De hecho, las tres primeras secciones —Preámbulo, Prólogo histórico y las Estipulaciones generales— son la base del tratado: Dios ha manifestado su gracia y poder en la historia de Israel.
Patrón Literario Concéntrico.
Cuando hablamos acerca del patrón literario concéntrico de Deuteronomio, nos referimos a su constante uso del quiasmo2 para arreglar y disponer el texto a fin de destacar puntos importantes en el centro. Hay un movimiento hacia el centro y luego desde el centro hacia afuera en el texto. Ahora, el quiasmo de Deuteronomio puede ser graficado de la siguiente manera:
A. Una mirada hacia el pasado (Deut. 1–3).
B. El gran discurso (Deut. 4—11).
C. Estipulaciones pactuales (Deut. 12—26).
BB. La ceremonia del pacto (Deut. 27—30).
AA. Una mirada hacia el futuro (Deut. 31—34).
Cabe mencionar que dichas secciones están relacionadas por enlaces y ecos textuales. Las secciones A y AA pueden ser leídas de manera continua con Josué como su figura de enlace, quien es comisionado para liderar a Israel desde victorias pasadas (1—3) hacia la tierra que hay por delante (31—34). Igualmente, las secciones B y BB pueden ser leídas de manera contínua enlazadas por las referencias a las bendiciones y maldiciones como también a la ceremonia en el monte Ebal.3
Un Decálogo Expandido.
La característica más clara de Deuteronomio es su llamado a la total lealtad a YHWH como el único Dios. De hecho, Wright señala que el Decálogo está en el centro de las estipulaciones pactuales contenidas en los capítulos 12—26. Es decir, dicha sección puede leerse como un comentario o una expansión de los desafíos teológicos y éticos que la ley significa para el pueblo de Dios. La estructura se vería algo así:
12—13 El primer, segundo y tercer mandamiento se reflejan en la demanda por la pureza de la adoración y la exclusión de dioses extranjeros.
14:28—16:17 El cuarto mandamiento (sábado) subyace a esta sección con el énfasis en los rituales y fiestas de Israel y en el cuidado por el pobre.
16:18—18:22 El quinto mandamiento (honrar a los padres) es el fundamento para el respeto a las autoridades humanas legítimas presentadas en esta sección como juez, rey, sacerdote y profeta.
19:1—21:9 El sexto mandamiento (no matar) subyace las leyes iniciales y finales de esta sección. (También están incluidos el octavo y décimo (19:14), y el noveno mandamiento (19:15-21) en esta misma sección)
22:13-30 El séptimo mandamiento (no adulterar) es la base para regular una serie de ofensas sexuales.
23—26 El octavo y el décimo mandamiento (no robar ni codiciar) se reflejan en un llamado a una identidad comunitaria de compasión y cuidado, especialmente hacia el débil y el pobre.
Cabe señalar que la propuesta anterior no busca establecer un modelo que haga calzar el decálogo con las leyes de Deuteronomio de manera perfecta, sino más bien tomar conciencia de la influencia del decálogo en el orden de las leyes presentes en Deuteronomio.
Del mensaje principal.
De manera amplia, podríamos afirmar que Deuteronomio es un libro para un pueblo que se encuentra en movimiento, tanto físico como también espiritual-moral.
Israel estaba a punto de cruzar hacia la tierra que Dios les daría en Canaán y Moisés se encarga —por última vez— de animarlos y desafiarlos: debían confiar en que el Dios de las pasadas victorias también estaría con ellos en los futuros desafíos. Sin embargo, en medio de una tierra plagada de idolatría y dioses extranjeros, Israel debía mantenerse fiel al pacto con YHWH para seguir disfrutando de su bendición y no cosechar para sí las maldiciones estipuladas al quebrantar el pacto.
Deuteronomio es un libro para quienes se encuentran en la orilla, a punto de cruzar la frontera. Jesús mismo, antes de iniciar su ministerio público, en el desierto al otro lado del Jordán, combatió las tentaciones del diablo justamente con pasajes de Deuteronomio (Mateo 4:1-11; Deuteronomio 8:3; 6:16; 6:13). El Hijo de Dios había atesorado las palabras del rollo de Deuteronomio, palabras que le habían enseñado a amar, adorar y obedecer solamente a YHWH.
Este mensaje también es para el pueblo de Dios del siglo XXI, quienes también se encuentran en movimiento hacia la Nueva Jerusalén de Dios. La iglesia está llamada a mantenerse fiel al Mesías Jesús en medio de un mundo lleno de otros dioses y amenazas, mientras aguardan con fe, esperanza y amor la venida del Mesías y su reino.
Deuteronomy (Understanding the Bible Commentary Series), Christopher J. Wright, Baker Books, 2012.
Christopher J. Wright hace referencia a Duane Christensen, quien presenta el libro usando esta estructura de quiasmo en su comentario de Deuteronomio.
Deuteronomy, Christopher J. Wright, 2012.